Elección de agentes municipales.
Por Helí Herrera Hernández
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Prácticamente ha concluido la elección de los agentes
y subagentes municipales en el Estado de Veracruz. Con más de 37 nulidades
decretadas por el Tribunal Estatal Electoral que ya debieron haberse repetido,
los nuevos funcionarios ya realizan su trabajo en las congregaciones y
comunidades de sus respectivos municipios.
Helí Herrera Hernández Analista Político |
Hasta antes
de la LIV Legislatura
veracruzana, los agentes municipales eran electos el mismo día que se elegían a
los presidentes municipales, síndicos y regidores. Es decir, que cada planilla
que registraban los partidos políticos en los organismos electorales municipales
o supletoriamente en la Comisión Estatal
Electoral, no solo debía contemplar a los miembros propietarios y suplentes del
Cabildo, sino las propuestas que ese instituto político hacía para la totalidad
de las agencias municipales de ese municipio, en un paquete que conculcaba el
derecho en esas comunidades a elegir de manera libre a sus autoridades, sus
habitantes.
Es
decir, que desde el centro del municipio y por decisión del candidato a
Presidente Municipal éste registraba a sus amigos y/o incondicionales como
candidatos a la agencia municipal en todas las
congregaciones que tenía ese Ayuntamiento, sin importarle la voluntad de
los habitantes de esa congregación.
Independientemente
que en esas épocas permeaba la dictadura del partido único que cuando perdía
arrebataba, los caciques pueblerinos, distritales y el propio gobernador, sin
realizar reunión alguna en las congregaciones para por lo menos pedirles
opinión a sus habitantes sobre quien les gustaría que fuera su autoridad local,
los imponían y, al partido que “”ganaba la elección”” se le adjudicaban todos.
Los
vecinos de esas congregaciones eran ciudadanos de segunda porque por muy
priístas que fueran, en sus feudos no querían a los propuestos por su candidato
a presidente municipal y así, tenían que lidiar con el los tres años de su
encargo (4 en el periodo constitucional 2000-2004), dado que El Estado les
negaba su derecho a postularse por separado de las autoridades del cabildo.
Fue
precisamente en esa Legislatura que un servidor, como diputado local, presento
una iniciativa de ley para separar las elecciones de agentes y subagentes
municipales respecto de las de presidentes municipales, síndicos y regidores.
Era una vieja tesis que el Partido Popular Socialista sostenía en su declaración
de principios y programa electoral, y que por esa razón fue registrada en la
mesa directiva que presidía el diputado Fluvio Vista Altamirano.
Como
hasta la fecha ocurre, la mayoría priísta era insultante; tenía como legislador
que cabildear la iniciativa y por tal motivo me reuní con el entonces
gobernador del Estado Fernando Gutiérrez Barrios, exponiéndole los beneficios
que a las comunidades traería el que fueran sus habitantes los que eligieran a
sus agentes y subagentes municipales, en una fecha distinta en la que se elegía
al cabildo, y una vez que tomara posesión el alcalde triunfante.
Recuerdo
que en una audiencia de más de una hora me permitió extenderme en mi
argumentación, que al final el mismo concluyo al mencionarme que de ser
aprobada dicha iniciativa, ésta generaría armonía, paz y desarrollo en esas
congregaciones. Recuerdo también que en ese mismo acto mando a traer al
licenciado Dante Delgado que era, aparte de Secretario General de gobierno,
presidente de la Comisión Estatal
Electoral, para que convocara a foros que examinarán mi propuesta, y una vez
consensuada pudiera ser votada en el Congreso Veracruzano.
Salí con
un grato sabor de boca porque conociendo los entuertos de la política mexicana,
sabía que la misma había convencido al Gobernador, que como hasta la fecha
ocurre es el que manda a los diputados tricolores, y que más temprano que tarde
los agentes y subagentes municipales iban a ser elegidos en elecciones por
separado a los miembros del cabildo, aprobándose dicha iniciativa en la
siguiente legislatura cuando don Fernando ya era Secretario de Gobernación y
Dante era el gobernador sustituto.
Fue así
como ese anhelo del PPS a nivel nacional se hizo realidad por lo menos en
Veracruz, en una iniciativa de ley que solo por tocar el tema preciso que fue
autoria del que esto escribe, y cuya finalidad era democratizar la vida en las
miles de congregaciones que tiene Veracruz, y darle la categoría de ciudadanos
de primera a los habitantes de todas esas comunidades.
Pero al
pasar los años el gozo se fue al pozo, y hoy vemos como ese proceso democrático
que en su momento fue aplaudido fuera de nuestra entidad se ha vuelto
antidemocrático, en una copia fiel a lo que son las elecciones de Presidente de
la República ,
Gobernador, Senadores, diputados federales y locales, así como ayuntamientos,
donde triunfa el que más dinero tiene, el que mas regalos da, el que más
láminas reparte, el que jugando con la miseria de la gente que gobiernan les
compran el voto con una despensa.
Estos primeros
meses del año y más a partir de febrero hemos visto como los Alcaldes se
disfrazan de santa closes y andan repartiendo por conducto de sus testaferros
de todo, con el propósito de que sus candidatos agentes municipales ganen la
elección en su congregación, sabedores que al final de cuentas son posiciones
políticas que les servirán para elecciones futuras.
Es de
tal tamaño la vendimia que los magistrados del Tribunal Estatal Electoral no
les ha quedado de otra que anular decenas porque se “les paso la mano”” a los
presidentes municipales o a “sus muchachos”, pervirtiendo así un proceso que
nació reivindicador y ha terminado antidemocrático.
Y lo más
lamentable es que, mientras a nivel nacional las autoridades electorales sigan
permitiendo a los partidos políticos y sus candidatos que compren voluntades
para ganar elecciones, las de agentes y subagentes empeorarán y sus habitantes
seguirán siendo carne de cañón de los hombres y mujeres que detentan el poder
económico y político en Veracruz y México.
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